Padecer una enfermedad cancerígena que afecte a la próstata, comúnmente genera consecuencias que afectan funciones como orinar, la continencia (tanto urinaria como fecal y de gases) y aspectos del área sexual masculina, alterando diferentes planos de la vida.
Gran parte de esas consecuencias pueden ser abordadas desde el área kinésica, logrando mejorías en estas funciones, favoreciendo la calidad de vida de nuestros pacientes.